Los profesionales hablan de dos aspectos que nunca deben evitar en un CV: el tiempo que una persona ha estado en un puesto de trabajo y las responsabilidades y logros obtenidos ¿Vistes igual ahora que cuando tenías 15 abriles?
Es más que probable que muchos esbocen una sonrisa con el exclusivo hecho de pensar en retornar a ponerse esas prendas adolescentes
Entonces, ¿por qué no modificar nuestro CV a medida que adquirimos nuevos conocimientos y habilidades más allá de incorporar exclusivamente el nuevo puesto y/o curso?
Su importancia es tal que es el documento que puede hacer que continuemos o que nos descarten en un proceso de selección, en singular en un mercado agrupado cada vez más competitivo y cascarrabias. Tenemos que entender que los reclutadores leen cientos de CV para un único puesto, por ello, debemos siempre analizar qué es lo que marcará la diferencia con los demás candidatos. Y esto aplica a todas las etapas: becas, prácticas, primeros empleos y etapa senior.
De becario a perfil senior
Cuando iniciamos la búsqueda de nuestra primera oportunidad corporativo carecemos de experiencia, luego debemos potenciar los conocimientos adquiridos a través de nuestra formación, y las habilidades y competencias que hemos desarrollado realizando actividades en equipo, practicando deporte o alguna disciplina artística, así como con trabajos de voluntariado o no relacionados con nuestros estudios, comenta Sergio Picciolato, director de HR-Consulting España. En estos casos, la «formación académica» se sitúa en el CV por delante del campo de la «experiencia».
Encima, es aconsejable que los jóvenes con nula o poca experiencia no superen una página cubo que de lo contrario el reclutador podría arribar a pensar que su CV no será tan conciso como debería, y el objetivo es proveer su recital al veterano. Sin requisa, cuando llevamos abriles trabajando, la información que más le interesa a un reclutador es la relativa a nuestra experiencia profesional transmitido que es la credencial frente a competencias y conocimientos. Llegado este momento, lo recomendable es ubicar este campo por delante del de la «formación».
Y como lo ideal es que el currículum no exceda las dos páginas, iremos eliminado los primeros contactos con el mercado sindical o aquellos que no aporte valencia añadido para el puesto que solicitamos. ¿Qué he hecho hasta ahora que me puede ayudar a conseguir el trabajo? Una buena tiento es analizar los requisitos y habilidades necesarias para desempeñar con soltura las tareas del puesto de mi interés, afirma Picciolato. En flanco de escribir largos párrafos con todo detalle sobre lo realizado en cada puesto, debemos plasmar exclusivamente las capacidades adquiridas. Los profesionales de fortuna humanos hablan de dos aspectos que nunca deben errar en un CV: el tiempo que una persona ha estado en un puesto de trabajo, y las responsabilidades y logros obtenidos. Es por ello que es imprescindible indicar periodo, cargo, empresa, tareas y capacidades adquiridas.
El denominador popular
Lo que sí debe ser popular en currículos tanto de perfiles junior como senior es la forma en la que presentamos la información:
- Datos personales (nombre completo, ciudad de residencia, teléfono de contacto, e-mail profesional).
- Incluir una breve descripción de nuestras competencias y habilidades.
- Utilizar palabras esencia
- Usar un idioma claro y conciso.
- Ordenar experiencia y formación siempre de lo más nuevo a lo más antiguo.
- Sin faltas de ortografía o de redacción.
- Y adaptar el diseño del mismo según el sector.
Javier Caparrós, director caudillo de Trabajando.com España, señala que, con independencia de nuestra corta o larga experiencia, es fundamental hacer un buen exploración de nuestra trayectoria profesional para valorar qué incluir y qué no cuando enviamos nuestro CV a una empresa. Actualizarlo constantemente es valiente si queremos que pase, al menos, el primer filtro.