Científicos de la Universidad de Oviedo van a estudiar sobre el campo los datos de la cubierta nival para establecer un patrón de deshielo. Miembros del equipo internacional cooperan con la NASA para probar suministro comprobado de cara a futuras misiones en Marte
Investigadores de la Universidad de Oviedo trabajan en el equipo internacional que instalará una etapa meteorológica de la Antártida para cuantificar el impacto del cambio climático en el casquete polar. Los científicos van a recoger datos termopluviométricos con la nueva periodo, que encima está pertrechada con unos sensores singulares que se instalarán a gran profundidad en el suelo para decretar de qué manera se están comportando los suelos helados delante el calentamiento mundial. La comisión va a ir un paso más allí y va a contar con especialistas en teledetección que van a tratar de transformar la información compendiada in situ en imágenes de radar.
Miembros del equipo internacional cooperan de forma adicional con la NASA en la prueba de equipamientos científicos. Las extremas condiciones del continente helado sirven como entorno consumado a fin de que los estudiosos prueben determinados instrumentos tecnológicos que se incluirán en las futuras misiones espaciales que viajen a Marte para conseguir datos de los suelos helados marcianos. Los especialistas piensan que las peculiaridades de determinados terrenos antárticos podrían ser afines a las de los lugares en los que amerizarán las sondas de ahí que la información compendiada por los sensores puede resultar valiosa.
La maestra Susana del Carmen Fernández, estudiosa del Área de Mineralografía, va a ser la responsable de tomar datos de la cubierta nival sobre el circunscripción para intentar establecer un patrón de deshielo. Lindante a ella van a trabajar los profesores Javier Fernández Calleja y Carmen Recondo, que se encargarán de todo lo tocante a las tecnologías de teledetección. El plan, financiado por el Servicio de Heredad y Competitividad, reúne a geólogos, geógrafos, físicos y también ingenieros de universidades españolas, portuguesas, checas y rusas.
La primera de las 3 expediciones programadas se va a llevar a lugar el próximo diciembre. La localización de la temporada meteorológica todavía no está decidida y se barajan emplazamientos como el dominio continental o bien la Isla Decepción. “Es esencial asegurar que el emplazamiento sea el conveniente a fin de que el material no padezca daños pues las condiciones allá son muy extremas”, explica Susana Fernández, que formará una parte del equipo que efectuará la primera expedición a fines de año.